La CARM exige al Gobierno de España que aclare cómo va a paliar el déficit hídrico de 400 hectómetros cúbicos previsto para 2027

La consejera Sara Rubira inaugura la jornada ‘Agua: una encrucijada en el Levante español’ organizada por el SCRATS

Crónicas de Siyâsa/CARM

La Comunidad exigió al Gobierno de España que aclare cómo va a paliar el déficit hídrico de 400 hectómetros cúbicos previsto para 2027 en la Cuenca del Segura.

Así lo destacó la consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Sara Rubira, durante el acto de inauguración de la jornada ‘Agua: una encrucijada en el Levante español’ organizada por el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura.

Rubira alertó de que “se acerca 2027 y con ello, la aplicación de nuevos criterios establecidos por el Gobierno de España y si tenemos en cuenta el recorte al Trasvase Tajo Segura de, al menos 105 hm3 y el fin al uso de agua de los acuíferos, nos encontramos ante un panorama desolador”, explicó.

“Es cierto que la ministra Ribera lleva meses prometiendo un incremento en los aportes de agua desalada, que no son la solución”, avisó, “porque dentro de tres años la Cuenca del Segura tendrá un déficit de 400 hectómetros cúbicos, lo que supone que cada año necesitaríamos al menos 400 hm3 más para poder cubrir las necesidades de abastecimiento y riego”.

Durante su intervención reconoció que “estamos abocados a una situación caótica que ni siquiera ese incremento de agua desalada va a poder evitar, lo que hace necesario y urgente la tramitación de un Plan Hidrológico Nacional que dé certidumbre a todo el país”.

En esta línea añadió que en el plan “deberá estar recogida la importancia de infraestructuras como el Tajo-Segura y debe apostar por nuevos trasvases que mejoren la conexión entre cuencas y aseguren a disponibilidad de recursos en cualquier punto de España”.

Por todo esto “es más urgente que nunca abordar desde un punto de vista de Estado uno de los mayores retos que tenemos por delante, el Gobierno de Sánchez debe abandonar el sectarismo político en la toma de decisiones, que es lo que hemos sufrido en los últimos años, y dejar que la ciencia ofrezca soluciones”, apostando por “cooperar, dialogar y encontrar un camino conjunto que nos permita afrontar con garantías un problema que no entiende de colores”.